Another Leather Lung

Me guardo los te quiero para luego, o para nunca. Si te soy sincera los tiré todos por el balcón. Ese balcón verde y pequeño en el que salgo a fumar aunque haga frío cuando la locura viene a visitarme. Desde el que veo la calle y pienso en lo poco elegante que sería dejarme caer. Después te miro a los ojos siempre pidiéndote perdón. Necesito sólo eso, un beso. Que te tragues sin masticar mis mil y un lo sientos y que me beses sin pensar. Que me dejes divagar en mi nebulosa de todo y nada mientras me envuelves con tu cuerpo, tan real como febril e imaginario. Así. Que te arranques el dolor de la piel y lo abandones en los rincones de la habitación (anteriormente) azul para que tus heridas abiertas se sequen y dejen de escocer. Porque, aunque a veces parezca que no, yo sé que a ti también te duele el alma. Por eso apago la luz y bajo las persianas. Desconectando. Sin su piel. Descolgándome de su voz hasta el amanecer al otro lado del teléfono. No pensar, no pensar, no pensar. Sólo eso.


Whitechapel, Absent you