Sinfín de

Con el aroma del aire sucio me desdoblo, reincidiendo en tu espalda. Con el aroma a gas, a papel quemado, a mar, a cigarros mal apagados. El sol naranja desprende mis pupilas. Ya no hay entrañas encharcadas. La sangre ha desdibujado el azul, ha drenado la demencia. Y ya sólo quedamos tú y yo, entre las cuatro paredes de siempre que terminarán siendo las cuatro paredes de nunca. Tú y yo, en el aire sucio, en el tiempo inexistente, en la gravedad aparente.



Mono, Pure as snow

Serlo

Te adhieres frío a mis huesos como plástico quemado a la piel.
Apenas queda nada azul.
Estremeces.

Prácticas de salto al vacío

La noche es demasiado inmutable. Ya no existen ni el dolor ni la sangre. Mi cuerpo yermo se arrastra por la corriente.
Me dejo llevar, como decapitada y sin motivo,
sumergida en un vórtice de inconstancia,
burdamente enajenada
en una infinidad de noches
demasiado solitarias
y oscuras.