El silencio mitiga el dolor de la sangre.

Y que sea inevitable la muerte.

Sobre la ineptitud de las palabras

y los bucles del no.


ht

Y al final siempre retrocedemos
porque el vértigo asfixia
y la luz abrasa.
Al final siempre nos deshacemos,
quemando,
para volver a ser sólo agua.

llw

Las sombras oscilan.
Cuando respiras, tiemblan.
 

summer make good

Aún conservaba el brillo tenue de las lágrimas que se secan y el dolor de las venas sepultadas por cicatrices.


círculo

Hace dos días que se atascó un cajón y nadie ha intentado volver a abrirlo. 
Nada es importante porque todo termina por olvidarse. 
Lo vivo se muere. 
Y lo muerto se pudre.


phllhmncs

Un montón de venas rotas, salpicando
como mangueras 
en casas
llenas de risas
y gente
en verano.
Venas empapando, 
descontroladas y absurdas.
Envenenando los días, desnutriendo los colores.
A cámara l - e - n - t - a
Ya no quedan dientes en las sonrisas, ni verdades en las voces.
No queda vida en el sabor de lamerse las heridas, ni en el olor de astillarse los huesos.
El humo lo devora todo. Se me pudre el espíritu, y los ojos.
Es arrancarse la propia carne para invocar a la muerte.
Y es, también, dejarse arrastrar 
mientras 
los ticks nerviosos 
consumen organismos 
se llenan los pulmones de agua. 
Las bacterias y las mentiras se comen mis células. 
Los latidos se han quedado quietos. 
Mi corazón se muere. 
Mi corazón está muerto.

mrdrtchld

Porque al final todo se desgasta. Donde no llega la luz y sólo entra el agua termina por inundarse y ya nunca crece nada. Dejan de florecer los árboles y las primaveras ya no resisten. Se quedan los torrentes de agua que arrasan y arrastran la vida, dejando tras de sí el rastro de la suciedad y la podredumbre. Donde no llega la luz todo es gris y todo se muere.


Radiohead, Videotape


mnstrs

Se carbonizan todas las ideas. Ni la nieve ni el frío consolidan la decencia. El mundo no es real, las personas no son reales, las palabras no son. Se aglutina la existencia en esa absurda gran mentira donde ya no quedan trucos de magia ni estrellas. Las constelaciones han explotado simpatizando con todas las bombillas de mi habitación. El abuso de la penumbra esconde cadáveres y sangre. Todo se pudre ahí, a oscuras. Nadie lo sabe hasta que la descomposición contamina el aire. No hay manera de sacarlo, ni de mirarlo sin sentir arcadas. Las lágrimas ya no significan nada, las lágrimas ya no. El silencio desnutre la carne y ya sólo queda por roer ese jodido puñado de huesos. Moribundos y muertos. Muertos, seguimos todos muertos.


The Tony Danza Tapdance Extravaganza, This is Forever

ruido blanco

No existe el silencio.
Se funde en la nebulosa.
El agua negra te envuelve y te arrastra
hacia dentro
hacia el punto de dolor más agudo,
hasta el núcleo putrefacto
y oscuro.

Las heridas abrazan de madrugada con tanto ímpetu que quedas cerca de perder la razón, 
hasta casi perder el sentido de los latidos, el conocimiento.
El llanto empapa tan sólido que se diluyen los cimientos.
Repetición tras repetición.
Se crea la cadencia en el error.
Bucle.
Has vuelto a aparecer en mis pesadillas. Han vuelto a mirarme desde el infierno tus ojos llenos de veneno. 
Las ideas se caen a pedazos. Se desmenuzan al pensar co-mo-mi-gas-de-pan.
El vapor de las voces flota a mi alrededor hasta desvanecerse en la nada.
Ya no queda. Ya no queda nada. Nada en ningún espacio-tiempo.
Y de repente todos los pájaros están muertos.


dsvnc

Perderse demasiadas veces sin saber nada de nada, y caer finalmente despellejada siempre en el mismo agujero oscuro de putrefracción y muerte. En silencio, moribunda. Como un pez sin aletas, como los pájaros con alas rotas. Sólo revoloteando y revolviéndome entre espinas, esperando el día en que me quede sin sangre, sin aliento.
Quiero ahogarme.
Pienso en bisontes y ángeles. En el aire frío que condensa nuestra respiración. Pienso en el refugio del arte, en la muerte como única solución. Pienso en la infame tempestad que inunda ahora mis rincones. En la agonía de la locura y de las horas, lentas.
Sigo pensando que seis días en el fondo del océano no son suficientes. Sigo pensando que la sal sólo ahonda las heridas mientras se me vuelve cóncavo el cuerpo y mastico con rabia mi corazón.
Se me deshace la piel cuando no duermo pero tengo miedo de hacerlo. Las pesadillas me sepultan. Me rompo.
El fuego ha consumido mi cerebro.
Quiero hundirme, que el azul envuelva mi cuerpo, ser inerme al dolor. Arrancarme la vida de dentro y que florezcan árboles en mis huecos.
Que la existencia prevalezca mientras yo me desvanezco.


ncnx

Voy a dejar que se muera. Que se congele, desnudo, a la intemperie de las noches sin nubes. Que se consuma mientras apuñalo mis entrañas y mastico mi corazón, mientras invoco con desesperación a cada hueso de mi cuerpo para que atraviese mis músculos y así poder escaparme por los agujeros, llena de sangre, arrancándome la piel, sin carne. Sin dolor, anestesiada, muerta. Con ese dramatismo particular y punzante de matizar cada sílaba de las palabras significantes. Va-ci-an-do-me.




Alav Noto + Opiate

dañoscolaterales

Frío y cuellos invertebtrados.Con fracturas en el hipotálamo y la médula deshecha. Contracturas en el alma y tensión en el puto corazón. Inerte en el feroz intento de la locura por envenenar de manera directamente proporcional mi cerebro a las horas a solas. Los huesos se astillan según sigue pasando el tiempo en espacios vacíos y muertos, sombríos y abiertos. Como las pesadillas y las venas. Coherencia igual a cero. Inevitable.



Tides, Aurora

Slnc

Desnutrición social y aspereza en las zanjas que distan y distancian. Noche y frío, noche y frío, noche y frío como remedio a la cadencia, intermitente, de humo azul supliendo ausencias y aire caliente llenando estancias. Denso, lento. Viscoso, como tus vísceras lacerándose en mis manos mientras te miro y te desdoblas, mientras respiras y me ahogas. Envenenado, como las palabras que acumulo y escupo con rabia. Estancado. Exhausto de recordar y no querer seguir sabiendo. Podrido, podrido hasta la médula.Cerrando los ojos, condensando el aire, almacenando pesadillas. Desfigurándose en los charcos de barro. Llovía. Llovía más rápido de lo que las lágrimas caían. El lodo aumentó la nitidez del insomnio, el lodo fundió la lucidez de las ideas. Brillaba el aroma de la sangre, inconexa. Aún resuena la oscuridad en mi cabeza.