No había vuelta atrás.
El sentido de las agujas del reloj era firme e inquebrantable. El tiempo transcurría insípido, lento, y el recuerdo de tus cenizas polinizaba con decisión mis pesadillas.
Noche tras noche.
La ansiedad se quebraba con la sangre y tú ya no volverías. Y yo ya no dejaría de echarte de menos.
Sun O))), Death Becomes You